La estupidez del género humano

Para tod@s aquell@s que han estado horas, días o semanas mirando el teléfono y esperando que suene (o incluso increpándole "Suena, suena"), para tod@s aquell@s que se han dado cuenta de que esperar no sirve de nada y es preferible actuar, para tod@s aquell@s que tienen ganas de comerse el mundo pero no se atreven, para tod@s aquell@s que, día a día, o de vez en cuando, leéis esta página. Para tod@s vosotr@s, recojo aquí un texto que ya me llegó hace un tiempo al correo electrónico y que hace unos días me volvieron a enviar. Un texto que refleja situaciones muy reales y dice grandes verdades:

Hellooo!!!!!!
Sí, a ti...Tonta enamoradiza!
A ti que te enamoras de cualquier cosa con un diminuto cachirulo que anda por ahí......
A ti que conociste al imbécil número 649, 680, 637, 623....... y siempre dices: ¡Éste sí! ¡Es el mejor! Es lo que estaba esperando....
¿¿¿Y qué haces???? Dejas el móvil encendido 25 horas al día, esperando que te llame, y si te entran ganas de cagar, te las aguantas por si te llama justo cuando estás haciendo fuerza y empujando...
Durante una semana, te vistes como una reina y crees, ciegamente, que te va a llamar....
y le sonríes a cualquier estupidez con cara de tonta...
y te pones perfume todo el día.....
te peinas cada 5 minutos y te depilas cada 2 horas para estar lista.......
porque tú SABES que te va a llamar!!!!!!!!!!!.....
Y suena el teléfono!!!!!!!!!!!!
que hasta lo pusiste en vibrador para que sea más emocionante........
y sudaaaaaaaaaaaaaaaas. Se te para el corazón!!!!!!......
y tu sonrisa sale de tu cara!!!! y miras la pantallita con la misma cara de tonta......
y sigues esperando porque no es él.......
pero no te importa.

Vuelves a tu casa contenta porque piensas que va a estar en la puerta con un ramo de flores, arrodillado....
No, mejor tirado en el suelo pidiéndote disculpas!!!!!.......
Y llegas a casa, y ahí está tu madre, que te dice que no llegó ni la revista de Carrefour....
Y como todavía no llamó, ¿¿qué haces??!!!
LO LLAMAS!!!!! Pero no te contesta......
porque se fue a cagar......
Y TODAVIA NO TE CONFORMAS, le mandas un puto mensaje,
dices: éste no falla a huevo que lo lee....
y ahí te quedas esperando a que le dé la puñetera gana de contestártelo, y todo para que el hijo de su puta madre no tenga saldo...
tú lo entiendes y le das otra oportunidad....
tan buena tú......
Seguro que te mandó un mail!!!!!! Y qué haces??? Enciendes el ordenador contenta, segura de que te mandó una declaración cibernética donde explica todo....
pero ningún Mensaje nuevo, ni siquiera una cadena donde te condenan con la maldición gitana si no la reenvías a 1.300 personas en menos de 3 segundos...

Y te enfadas... más bien... te encabronas! revientas!!!!!!!!....
EL BASTARDO HIJO DE SU PUTA MADRE, su tía y su abuela...
y le sacas todas las groserías que te sepas a los cuatro vientos!!! Y qué haces???
Bien, llamas a todas tus amigas y les quemas el cerebro con la inexplicabilidad de los hechos.....
y recuerdas que ya te pasó lo mismo con el resto de los tíos de antes....
Y qué haces??????? Le echas todas las maldiciones que te sepas, quieres que se haga mierda contra un puente y que pierda la memoria y que lo único que recuerde es a ti!!!!!
Y dices: ''a éste no le contesto nunca!!!!, se va a arrepentir toda su vida!!!!!....................
y suena el teléfono....... (o te manda un puto mensaje) y ahí esta ese número que esperaste TODA la maldita semana..........
parpadeando en tu pantallita!!!.... Y qué haces???
TE CAGAS!!!!!!!!! le contestas!!!!!DE LUJO...
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!
Qué haces?????? ESTÁS LOCA????? MASOQUISTA????!!!! NOOOOOOO!!!!!!

Sabes lo que te va a pasar???? Te va a decir que estuvo ocupado...
que quedó con unos amigos de la universidad, que es súper responsable, que estuvo estudiando hasta tarde, que estaba entrenando, que tenía parcial, que no durmió en toda la semana por estudiar y que se olvidó el móvil en la casa de su amigo, que se le acabó la batería, que lo apagó un ratito, que no tenía cobertura, que estaba trabajando sin casi comer ni dormir porque toda su familia está pendiente de él!!!!! y claro LE VAS A CREER.....
¿¿¿Sabes por qué??? POR ESTÚPIDAAAAA!!!!!!!!!!!!!!! Y lo peor es que te va a invitar a salir....
y todo lo que lo insultaste y lo que tenías planeado decirle te lo vas a meter por el precioso culito que se te ha quedado después de una semana de no comer por los nervios!!!!!!......
y vas a terminar en su cama!!!! durmiendo con el enemigo.....
y después te acompaña al coche y te vas para tu casa....
de donde nunca debiste haber salido!!!!!! y qué haces???? coges el móvil por si llama para ver si llegaste bien.....
y esperas un rato laaaaaaaaaaaargo!!!!

Hazme caso amiga.....
espera a que te llame ese tío....
pero mientras llama A OTRO!!!!!
Coge tu banco suplente y ármate un partidito de reserva!!!!!......
diviértete.... deja que te busquen, que celebren sus goles, pero mándalos al banco antes de que se le suba la fama a la cabeza.
Llama a tus amigas y sal a bailar, quién dice que no hay algo mejor por ahí hecho especialmente para ti????
Tontea, liga, vete de fiesta pero cuidate...
Déjate de depresiones y tonterías que todavía hay cabezas que cortar y ni te digo las velas por soplar!!!!!!!!

NO PIERDAS EL TIEMPO ESPERANDO POR UN CHICO CUANDO HAY EN EL MUNDO MUCHOS OTROS QUE ESPERAN POR TI. Muchos otros que serán tan, igual o más capullos que el otro pero que, en ese momento, los tienes de reserva para darte cuenta de que el mundo está lleno de chicos y que por ninguno de ellos debes sufrir!!!!!!!!!!!!

Diez centímetros

Hace unos días os dejé aquí una canción de La Oreja de Van Gogh para hablar de la dualidad entre cabeza y corazón. Hoy voy a colgar mi canción preferida del disco, "A diez centímetros de ti", una canción que, en mi opinión, sugiere muchas cosas...

Repaso mis lecciones delante del espejo
Y me digo que a larga lo bueno es lo correcto
Respiro lentamente, me vuelvo hacia la barra del bar, donde tú estás
Y tú que te conoces el mapa de mi alma
No sabes que hay un mundo detrás de mi mirada
Sabes abrir mis puertas
preguntándome si todo va bien o algo va mal

Y aquí es cuando tus ojos me dejan desarmada
Rompiendo en mil trocitos mi parte más sensata
Se cae mi teoría convertida en un montón de palabras
Que vuelven solas a casa

A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Qué importan las ciencias exactas
Si tú y yo somos así

A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Tu encanto son armas cargadas
De promesas por cumplir
Promesas sobre la arena
Que el mar borrará al venir

Los años que pasaron, pasaron tantos siglos
Y lo que dura un beso
en el tiempo se ha invertido
Ya ves si soy idiota
que ahora te tendré que volver a olvidar

No hace falta que te jure querido compañero
Que no debí quererte y sin embargo te quiero
Así que no hagas trampas,
que sabes ya de sobra cuál es mi debilidad

Y aquí es cuando tus ojos me dejan desarmada
Rompiendo en mil trocitos mi parte más sensata
Se cae mi teoría convertida en un montón de palabras
Que vuelven solas a casa

A 10 centímetros de ti
A 10 años de luz de mañana
Qué importan las ciencias exactas
Si tú y yo somos así

A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Tu encanto son armas cargadas de promesas que
Consiguen que me sienta tan tonta, tan extraña
Tan lejos de mí misma, tan cerca de tu alma

Me pierdo a la deriva
tan sólo encuentro en medio del agua
Promesas maleducadas

A 10 centímetros de ti
A 10 años de luz de mañana
Qué importan las ciencias exactas
Si tú y yo somos así

A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Tu encanto son armas cargadas
De promesas por cumplir
Promesas sobre mareas
Tu nombre y el mío en la arena
Promesas bajo condena
Que el mar borrará al venir

Sorpresas te da la vida

Creo que publiqué ya un comentario con este título en el space del msn, pero es el que mejor expresa lo que quiero escribir hoy, así que... ¡es lo que toca! En el último año, es decir, desde que volví a casa, a Zaragoza en definitiva, mi vida parece entrecruzarse una y otra vez.

La primera coincidencia llegó tras el verano, el día del 'curso de formación' en la agencia. Allí estaba: la chica de Europa Press con la que había coincidido en una rueda de prensa en verano que terminó con las dos comiendo como hace tiempo que no lo hacemos en una rueda de prensa, ¿verdad, Maribel? y que acabaría siendo mi mejor amiga en la agencia (Carol, Nuey, sabéis que vosotras también llenáis un hueco muy importante). Y que, para colmo, está en mi misma orla (incluso en la de clase), ¡toma ya!

Pocos días después, llegaría la segunda, aunque ésa tardé algo más en descubrirla. ¿Quién iba a esperar que la prima del tío con el que te lías una noche de Pilares, que no es ni de Zaragoza, haya estado tres años viviendo contigo en la capital de España? Simplemente, para alucinar.

Pero aún hay más y, otra vez, vuelvo a Maribel. Chica, parece que las casualidades nos unen... Sólo diré que, en este caso, la conexión se refiere a uno de tus dos pueblos, el turolense, Alcorisa, de donde es también alguien a quien yo conocía.

No hay dos sin tres, ni tres sin cuatro si contamos la orla. Nueva coincidencia y ¡cómo no, otra vez tiene que ver con Maribel! Sales un viernes con la gente del curro, decides irte pronto a casa por una vez y te quedas sin conocer a una amiga de Madrid y un amigo de Barcelona de Maribel. Llegas el lunes al curro, ves las fotos y ¡voilà! En la primera de ellas, descubres que has estado currando con el chico en cuestión...

Y, por fin, llegamos al final de la historia. Lunes, vuelves de una convocatoria en el Ayuntamiento y, al lado de Vanessa, te encuentras a una chica rubia que resulta ser la corresponsal de Madrid, pero no sólo eso. ¡Ha ido contigo a clase! Sólo me falta mirar la orla y descubrirla también allí...

Hasta ahí las coincidencias, las sorpresas que te da la vida y las interconexiones entre pasado y presente. Es el final, pero sólo por ahora, porque a este paso seguro que las sorpresas se siguen sucediendo.

Adelante

Hablaba hace unos días de la dualidad cabeza-corazón. Varias conversaciones y un post me han recordado la trascendencia que este asunto tiene en nuestras vidas, aunque intentemos que no sea así.

¿A qué me refiero? A que muchas veces intentamos que sea la cabeza la que guíe nuestros pasos, actuar racionalmente, vaya. En definitiva, que prejuicios y sentimientos no hagan mella en nosotros o, al menos, en nuestro comportamiento, en nuestra actitud, en la imagen que damos de cara a la galería. Pero no es tan sencillo. ¿Cuántas veces os ha ocurrido que, después de enterarte de algo, de descubrir algo que no deberías saber o, incluso, de un 'affair' con alguien, has intentado que ese hecho no influya en tu forma de actuar y, cuanto más lo intentas, menos lo consigues?

Somos humanos y no máquinas. Ése es el problema y también la ventaja porque nos deja libertad para sentir, para disfrutar y sí, también para sufrir, pero eso es, precisamente, lo que nos hace sentir que seguimos vivos. Si no sintiéramos, si no nos influyeran los acontecimientos, las conversaciones, las acciones, no seríamos humanos, no estaríamos realmente vivos.

Vivos para evolucionar, vivos para equivocarnos, vivos para seguir avanzando porque la vida continúa y es así como debe ser. No hay que tener miedo a equivocarse. Mejor eso que no haberlo intentado, que no haber aprovechado las oportunidades que se nos presentan, que no vivir, en definitiva. Y es que, en realidad, de lo que más te arrepientes es de lo que dejaste sin hacer o sin concluir, más que de lo que hiciste y salió mal.

Shakira, Shakira...

Llegó el 14 de junio y, por supuesto, ni entrevista ni nada. Shakira hizo una aparición fugaz el lunes en una rueda de prensa a la que tampoco pude ir, a la que de hecho rechacé ir... Ni visitó las obras de la Expo, ni se dio un paseo por la ciudad, ni nada, pese a que asegure que fue a una obra de teatro municipal, a Loarre y a no sé cuántos sitios más. ¿De qué nos sirve si no lo promociona?

Pero, bueno, llegó el 14 de junio, como decía, y con él, el concierto de apertura de su gira mundial en Zaragoza. Pese a que empezaba a las 21.00 horas, momento en el que debían salir al escenario los teloneros, un grupo murciano llamado "The Second", eran las 20.30 horas y seguíamos en la plaza San Pedro Nolasco esperando a la pobre Maribel, que llevaba un día más bien intenso con viaje a La Almunia incluido. Poco después, sonó el teléfono: entrada en directo de Bruno en la radio. Y, claro, en plena ciudad, no hay más fans de Shakira que las mendas, las posteriormente bautizadas como 'las histéricas de Shakira'. ¿Y lo bien que nos quedó ese 'Estoy aquí', que anticiparía el arranque del concierto?

Después de nuestro momento estelar, salimos por fin en dirección a la Feria de Muestras, preparados para cantar, bailar y disfrutar. Nuestro gozo en un pozo, ¡atasco en la autovía! Van pasando los minutos y seguimos "en el parking más dos pasos" que diría Bruno y el concierto sigue avanzando. Mira que salimos con tiempo y empezará a cantar Shakira y nosotros en el coche a este paso... Por si fuera poco, a escasos cien metros de la entrada a la feria, un amabilísimo agente de la Guardia Civil para al coche de Bruno para ponerle una maravillosa multa de 150 euros. Todo porque le llamaban para entrar en directo de nuevo! Y, claro, nosotras, que no tenemos sitio para parar, seguimos p'alante y aparcamos. Con tan mala suerte, que estamos lejísimos de la entrada y que, cuando Bruno y sus acompañantes (véanse Carolina, Cecilia y Pilar) prosiguen viaje, acaban en la otra punta de donde nosotras estamos.

Para colmo, Lorena nos confirma que Shakira está a punto de salir al escenario. ¿Llegaremos a tiempo? Carrera para aquí, carrera para allá... y, voilà, entramos y el concierto 'de verdad' aún no ha empezado. "¡Shakira, que ya hemos llegado, ya puedes empezar!" Pero no ha debido oírnos (o sí). El caso es que aún tardará casi media hora más en comenzar a cantar, lo que implica unos cuantos abucheos de los casi 15.000 asistentes al evento.

De pronto, tras una serie de acordes de los músicos que la acompañan, llega el momento. "Estoy aquí, queriéndote, amándote, ahogándome entre fotos y cuadernos, entre cosas y recuerdos que no puedo comprender". No puedo describir el ambiente ni la emoción de estar ahí, mezclada entre la gente, 'viendo' a Shakira y oyéndola cantar, y cantar con ella. Después vendrían "Ahí te dejo Madrid", "Don't bother" y "Antología". Un recorrido completo por las mejores canciones de la colombiana, entremezclando álbumes y épocas. Miles de sentimientos, de recuerdos, de sensaciones, de nostalgias se agolpan entonces, al menos en mí y, conforme las canciones pasan, voy echando de menos a personas que me gustaría que estuvieran allí conmigo, algunas obvias, otras no tanto. Y yo ahí, cantando como una descosida, palabra a palabra, canción a canción. De hecho, creo que Maribel alucinó un poquito, jeje.

Eso sí, lo más difícil era conseguir ver a Shakira, corroborar que realmente estaba allí y no era sólo un vídeo en las pantallas. Entre lo pequeñita que es (sí, Elena, tú comparada con ella, eres un gigante), lo lejos que estábamos y las cabezas de los de delante. Pero, bueno, de vez en cuando conseguíamos hasta verla. De cualquier modo, en ningún momento como cuando, sonando "Si te vas", Bruno me alzó y pude ver sobre la multitud que resultó ser todavía más populosa de lo que parecía desde abajo.

No obstante, si me preguntan cuál fue el momento del concierto que más me emocionó, diría, sin lugar a dudas, que cuando comenzó a sonar "Inevitable", una de mis canciones preferidas, que casi consigue, incluso, arrancarme alguna lágrima aquella noche. Momentos memorables fueron también "La tortura", "Suerte" o "La pared", por las implicaciones y recuerdos que cada una de esas canciones trae a mi cabeza (y a mi corazón).

Como no podía ser de otra forma, antes de que finalizara el concierto y después de no sé cuántos cambios de ropa, Shakira nos hizo una demostración de esos movimientos de caderas y pecho que le han hecho tan famosa y que tanto hacen babear al género masculino, produciendo al mismo tiempo una envidia impresionante en el femenino. "Ahora sí que me siento totalmente arrítmica. Voy a apuntarme a clases de danza del vientre o algo". Sí, sí, seguro que, al final, nada de nada, pero bueno, al menos la intención es lo que cuenta, ¿no?

Así, el cierre del concierto, el bis, lo constituyeron "Ojos así", una de las canciones más míticas de Shakira por sus toques árabes, y "Hips don't lie", su último éxito. Poco más de hora y media de concierto que, desde luego, supo a poquísimo, sobre todo, porque fueron más largos los atascos de ida y vuelta que el concierto en sí, pero bueno.

Es difícil llegar a describir todo lo que sentí en ese concierto. Muchos dirán que fue un fiasco, una 'mierda'. Puede que sea cierto, desde luego fue muy corto, pero a mí me hizo vibrar, me hizo bailar, me hizo cantar, me hizo sentir, me hizo disfrutar.

"Shakira, Shakira..."

¿Cabeza o corazón?

Pensar con la cabeza o dejarse llevar por el corazón. Ésa es una de las elecciones más difíciles y, sin embargo, también una de las que más se repiten en nuestra vida. ¿Qué será mejor? Actuar racionalmente o intuitivamente. Muchas veces ni nosotros mismos lo sabemos, aunque generalmente cada uno de nosotros tiende más hacia un lado que hacia otro.

Yo soy, en general, una persona bastante racional, aunque de vez en cuando me dan 'venadas' y me dejo arrastrar por ellas. Pese a que me gusta mucho sopesar los pros y los contras de las situaciones, a veces, dejo todo a un lado y me guío por lo que mi corazón me dicta. ¿Por qué? Porque hay veces que creo que actuar con pasión, irracionalmente si queréis, es bueno. De alguna manera, también porque es regresar, en cierto modo, a la infancia, a la adolescencia cuando no tenías tanto reparo en hacer algunas cosas porque no tenías que ser 'políticamente correcto'.

Creo que una canción que expresa bastante bien esto, la intersección entre ambas etapas, la fina línea que separa lo racional y lo pasional, es el primer track del nuevo disco de La Oreja de Van Gogh, "Alguna de mis noches":

Una noche por delante
demasiadas por detrás
confesándole a mi almohada
que nadie me hace llorar
Cuando llegan las estrellas
temo que mi sensatez
subestime mi manía
de querer volverte a ver

Y una vez duerma mi cabeza
tomará el mando el corazón.

Soñaré que tú me despiertas
y aún vive tu apuesta por nosotros dos.
Son tan fuertes mis latidos
que el sonido de mi voz
no se escucha
cuando a gritos
pide que me haga mayor.
Por eso cada noche me muero
después me envuelve un rayo de sol
se quedan en la cama mis sueños
y me salgo yo.

En cuanto cierro los ojos
se me encoje el corazon
lo que dura un parpadeo
es ya una foto de los dos.
Y aunque sé que nuestra historia
es la que nunca pudo ser
en algunos de mis sueños
ser valiente es tu papel.

Y una vez duerma mi cabeza
tomará el mando el corazón.

Soñaré que tú me despiertas
y aún vive tu apuesta por nosotros dos.
Son tan fuertes mis latidos
que el sonido de mi voz
no se escucha
cuando a gritos
pide que me haga mayor.
Por eso cada noche me muero
después me envuelve un rayo de sol
se quedan en la cama mis sueños
y me salgo yo.

A veces al hablar de mi vida
termino por romper a llorar
supongo que es así como empiezo
a ocultar lo que quiero decir de verdad.

Son tan fuertes mis latidos
que el sonido de mi voz
no se escucha
cuando a gritos
pide que me haga mayor.
Hasta siempre compañero
nuestra historia se acabó.
hasta siempre amigo mío
ya no hay sitio para dos.
Por eso cada noche me muero
y en las mañanas me hacen vivir
así de día tengo mis años
y en cambio de noche
mis años veloces vienen a mí.

El valor de un segundo

Día tras día, vivimos a contrarreloj. Corriendo de un sitio a otro, sin un segundo para pararnos a pensar qué hacemos, adónde va nuestra vida, qué fue de nuestros sueños. El mundo actual, tal como lo conocemos, prima la rapidez, la actividad y responde con ritmos trepidantes, con estrés. Recuerdo cuando vivía en Madrid, ciudad de ritmo vertiginoso donde las haya. Llegabas de viaje, bajabas al metro y ¡voilá! Multitud de personas a todo trapo, moviéndose por los entresijos del subsuelo, en busca de su tren o de la salida que les lleve a su destino. Unas porque llegan tarde, otras porque se contagian del resto.

Hablo de Madrid pero, aunque sea a escalas diferentes, es un espejo que encontramos en el mundo urbano actual. Parece que cuánto más llena está nuestra agenda, cuántas más cosas hacemos, más plenamente vivimos. Pero no tiene porqué ser así. No obstante, la mayoría de la humanidad ha sucumbido ya a la espiral de actividad que nos rodea, al miedo al 'segundo sin ocupación', sin apreciar cuán valioso es.

Un momento para sumergirnos en nosotros mismos, para hacer balance del día, para ver hacia dónde vamos y hacia dónde queremos ir, para disfrutar de pequeños placeres como la lectura, como el cine sin agobios, sin pensar que dentro de media hora tenemos otra cita pendiente. La actividad, la vida social son necesarias, sí. Pero también lo es centrarse, por un momento, en uno mismo, aprender a disfrutar de la tranquilidad, de la paz, del sosiego, relajar el ritmo, bajar la guardia y, simplemente, dejarse llevar, respirar el silencio, evadirse y abandonarse.

El placer de ver buen cine

Cada año, miles de nuevas películas se asoman a las carteleras de nuestros cines pero ¿cuántas de ellas merece realmente la pena ir a ver? La mayoría de ellas no pueden considerarse BUENAS películas, muchas ni siquiera sirven para pasar simplemente un buen rato. No sé si esto se debe a que los espectadores hemos perdido el interés por el buen cine, a que vamos al cine sólo para desconectar y no deseamos, para nada, tener que pensar, o a qué motivo.

En cualquier caso, soy de las que siguen apreciando el placer de ver una BUENA película, de ésas que te hacen reflexionar, que te emocionan, que te conmueven y que, en definitiva, remueven tu interior. Ésas que tienen, realmente, un argumento consistente, que han sido estudiadas al milímetro por el director, que consiguen hacer creíbles los personajes que la componen, que suponen, incluso, un punto de inflexión en tu forma de pensar sobre determinado tema, en tu vida, en lo que sea...

No sé vosotros, pero yo tengo una lista inmensa de películas que quiero ver, de éstas que son consideradas míticas, obras maestras, muchas de las cuales son consideradas por el público general, sólo como auténticos coñazos y grandes pérdidas de tiempo. Películas que, sea por falta de tiempo o de decisión, al final acabas sin ver en la mayoría de los casos.

Pues bien, hace tan sólo unos días alguien me picó la curiosidad respecto a una trilogía (Tres Colores, de Kieslowski) que, de tanto tiempo que llevaba perdida en mi lista de películas pendientes de ver, tenía casi hasta telarañas. ¿Qué hice? Pues ponerme manos a la obra y hacerme con la primera entrega, Azul. Hoy, primer día en el que he tenido tiempo de verla desde ese momento, me he envalentonado y me he plantado delante del ordenador con la firme intención de verla, de analizarla y, por qué no, de disfrutarla.



Y lo he conseguido. Me ha gustado. Al principio, me ha costado un poco meterme en la historia, empezar a comprender a Julie, el personaje de Juliet Binoche, y meterme en su piel, en sus sentimientos, en sus pensamientos. Sin embargo, poco a poco, conforme la película ha ido avanzando, Julie se iba haciendo más próxima, más comprensible y he llegado a sentir su tristeza, su desolación y sus ansias de libertad, de comprensión del entorno, de independencia. Probablemente, a pesar de todo, se me hayan escapado multitud de detalles, de metáforas, de alegorías, de significados; pero lo que importa es que me ha gustado y, no sólo eso, sino que me ha llenado y me ha dejado con ganas de más, de continuar con la trilogía e internarme en su universo.

Os invito a que hagáis el experimento y luego me contéis.