Satine's world

Un lugar para expresarse, para escribir lo que piensas y pensar mientras escribes, para conocerme mejor y que me conozcáis mejor.

martes, marzo 20, 2007

Llega la primavera... y la nieve

20 de marzo... mañana llega la primavera y hoy, la nieve. He aquí uno de los efectos del cambio climático, la demostración de que el tiempo está cada vez más loco. Este año no hemos tenido un invierno lo que se dice frío; de hecho, hoy estaba yo pensando a cuenta de todo esto y me he dado cuenta de que no he llegado ni a sacar los guantes de casa... Y, sin embargo, ahora, a 20 de marzo, le da por nevar.

Cuando me he despertado a las 7 de la mañana y me ha dicho mi madre: "Está nevando"; pensé que estaba demasiado dormida aún y había entendido mal, o que estaba soñando; pero no: efectivamente estaba nevando a 20 de marzo, a sólo un día de empezar la primavera... Es cierto que ha parado pronto; eso sí, para empezar luego, en torno a las 10, aún con más fuerza, pese a que no durado mucho tampoco y no ha llegado a cuajar. Pero no deja de ser curioso pensar que a Zaragoza ha llegado el invierno justo un día antes que la primavera.

¿Querrá esto decir que, igual que hemos tenido un tiempo primaveral en invierno; ahora tendremos un tiempo invernal en primavera? Veremos a ver qué pasa; pero lo que está claro es que, si ya en Zaragoza no había estaciones intermedias y el tiempo suele ser muy variable de lo blanco a lo negro; ahora uno ya no sabe a qué atenerse porque igual puede nevar en marzo que hacer un tiempo estupendo en pleno enero...

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domingo, marzo 11, 2007

Ciencia aplicada... al amor

Recojo aquí un artículo de la edición del 5 de marzo del diario Qué!, que me llamó la atención pese a ser algo que ya se sospechaba, y que no llegó a Zaragoza por tratarse de un día festivo en los que este diario no se publica:

La ciencia demuestra que las que eligen son ellas

El culpable es el gen MHC, asociado al sistema inmunológico. Juega un papel fundamental en la defensa de nuestro cuerpo y ayuda a dar respuestas para asegurar la supervivencia de nuestra especie

La famosa creencia popular ya tiene apoyo científico y está publicado en la prestigiosa revista 'Psychological Science'. La psicóloga Christine Garver-Apgar, de la Universidad de Nuevo Mexico, ha descubierto que las mujeres son capaces de detectar inconscientemente el parecido genético de sus futuras parejas. Y lo que es más importante: cuanto menos parecido, mejor.

La culpa la tiene el MHC -siglas que se corresponden en inglés con Major Histocompability Complex- elemento indispensable en el sistema inmunológico. Se trata de una familia de genes encontrada en ratones, pájaros, peces y seres humanos. Lo que prueba el estudio es que la selección natural aún funciona para los humanos y las mujeres están bien 'adiestradas' para seleccionar a su pareja.

Ellas son más sensibles en su época más fértil
En este periodo su capacidad de detectar la diferencia del gen de la inmunidad se hace más potente. El estudio dice que las mujeres que tenían un marido con MHC parecido, llegaban incluso a buscar otro hombre en esta fase. Ellos también están dotados para intuir cuándo una mujer está en su fase fértil.

Padres con el gen MHC diferente amplían las posibilidades
Este gen es hereditario. Los hijos que heredan MHC diferentes de la pareja pueden tener más resistencia a las infecciones que los que los heredan similares.

Así seleccionan a su pareja:

- A LOS 20: A esta edad, "los jóvenes buscan integrarse en el sistema social", explica la terapeuta de familia María Pilar Mateos. "Por lo general, los chicos buscan experiencias y amantes, y las chicas están más preocupadas por la estabilidad, pero ambos están aún en proceso de ubicación".
- A LOS 30: Esta es, por lo general, la década de los hijos, de los primeros compromisos serios, las hipotecas... "A los hombres les cuesta 'domesticarse', aunque más adelante serán los más reacios a los cambios", asegura Mateos. "Las mujeres buscan completar los ciclos de la vida". Empiezan las luchas de poder.
- A LOS 40: En muchas ocasiones, "es la década de las segundas parejas. Se busca sentir lo que uno sintió con 25 años y romper con la pareja anterior que no funcionó. Lo que a uno/a le ha faltado", dice la psicóloga.
- A LOS 50: A esta edad se sabe mejor lo que se quiere. "Buscan compatibilidades con la vida que llevan y prefieren que sean relaciones que no obliguen a cambiar las rutinas, aunque algunos son de lo más aventurero", dice.

Si antes trabajas, antes te casas
Según explica la psicóloga, "cuando se empieza a trabajar pronto, uno busca pareja antes".

La familia marca tus gustos
Según las experiencias de la infancia, así serán tus gustos para elegir pareja. Siempre se ha dicho: "Sobre gustos no hay nada escrito".

Tres de cada cuatro españoles se ven guapos
El 74,6% de los españoles se ve guapo cuando se mira al espejo. A pesar de sentirse tan bien con ellos mismos, el 47,6% de ellos aceptaría someterse a una operación de cirugía estética si se la pudiera hacer gratis. Además, para siete de cada diez españoles el aspecto físico es fundamental para elegir pareja, pero el mismo número de encuestados por el portal de internet www.beautifulpeople.net dice que le suelen dar calabazas cuando intenta ligar. Un drama que la belleza aún no ha podido solucionar.

Mirar a un guapo te da placer y te hace feliz
Un estudio realizado por el University College de Londres asegura que cuando admiramos el atractivo del otro y le dirigimos miradas furtivas en el cerebro se activan una serie de áreas relacionadas con el placer y la satisfacción. Mirar a otro y que sea guapo puede hacer feliz al que le observa.

Las mujeres se arreglan para gustarse ellas
En contra de lo que normalmente se piensa las mujeres se arreglan para sentirse bien con ellas mismas. El 92% de las mujeres encuestadas por un estudio realizado por Herbal Essences se arreglan para subir su propia autoestima y sentirse más guapas. Estar guapas las hace seguras y los hombres se fijan más.

Ellos eligen el lado de la cama por instinto
Los hombres suelen dormir al lado de la puerta. Se trata de un instinto primario para proteger a sus seres queridos de cualquier peligro. También tiene bastante culpa la genética del hecho de que no encuentren nada aunque lo tengan delante ya que tienen la vista periférica limitada. Eso sí, ellas tienen más desarrollada la capacidad para escuchar a los bebés por la noche y valoran más los abrazos gracias a la hormona llamada oxitocina. Además, ellas se suelen sentir más dolidas cuando las dejan.

EL OLOR ATRAE MÁS QUE LA BELLEZA
Uno de los vehículos principales de esta percepción genética es el olfato, según indica la doctora Christine Garver-Apgar, responsable del estudio. "Hicimos un experimento muy interesante: les pusimos una camiseta a los chicos y les hicimos llevarla durante dos días. Luego se la dimos a oler a mujeres con el gen MHC igual y a mujeres con MHC diferente", explica Garver-Apgar. "Curiosamente, el olor de los hombres que tenían el MHC diferente, les gustaba, y rechazaban el de los varones con el MHC más parecido", concluye."Ya lo sospechábamos por cómo actúan los animales, pero había que probarlo. "De momento no conocemos otras formas de detección del MHC", dice.

Los perfumes de mujeres y hombres convergen
Según el maestro perfumista Jimmy Boyd, "las mujeres cada vez tratan de sacar su lado más masculino con los perfumes y los hombres el femenino". Gracias a este fenómeno, los aromas para ambos cada vez son más parecidos. "A esto se debe el éxito de las fragancias unisex", explica. El perfumista también explicó a Qué! cómo transmitir alegría: "Para esto, son aconsejables ingredientes como cítricos, flores o bergamota"; o sensualidad: "Especies, ámbares y vainillas".

Ponerse perfume es como vestirse
Jimmy Boyd explica también que un perfume "es un mensaje para los demás, para que te huelan como tú quieres oler. Debe tener una coherencia con la personalidad. Es como vestirse". Más información: www.jimmyboydperfumista.com

TE DESVELAMOS EL PERFUME PARA CADA OCASIÓN
Para el invierno: Busca uno fuerte, que dure más y sea denso"Se utilizan perfumes que abrigan, más fuertes y de mayor duración.Son fragancias más densas", explica el perfumista Jimmy Boyd.
Para el verano: Ante todo, colonias frescasPara los meses de calor, nada como connotaciones cítricas y flores primaverales frescas.dónde echarlo...Tras las orejas y en el cuello, lugar especial"No es casualidad que nos echemos ahí el perfume. Son las zonas con más temperatura".

1 Para la relajación: la lavanda es el ingrediente idóneo
2 A la hora de centrarse, el clavo
3 Un tonificante: el romero
4 Nada mejor que el incienso para la espiritualidad
5 La esencia de limón es un vitalizante
6 el olor de rosas es ideal para la autoestima y el amor
7 La menta clarifica la mente y ayuda en la creatividad

A ellos el perfume les sirve... pero menos
Aunque los hombres se echen la mejor colonia o el mejor perfume que encuentren en la tienda, la autora del estudio de la Universidad de Nuevo México dejó claro a Qué! que las mujeres "son las que deciden en el juego sexual porque son ellas las que luego tendrán y educarán a los niños".

Los elefantes huelen mejor con la edad
Los elefantes huelen mejor con la edad por eso seducen más con más años. La importancia del olor es tal que los hombres ya han inventado una grabadora de olores.

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sábado, marzo 10, 2007

Encuentros y reencuentros

Hacía ya tiempo que venía diciendo que iba a Madrid, a ver a la gente, a hacer papeleos y a cambiar de aires. Y, por fin, me decidí a hacerlo, así que aprovechando el puente de la Cincomarzada, me fui para allá con mi maleta y mucha ilusión. Hacía un año desde la última vez que visité la ciudad y, a pesar de todo, parecía que a pesar de los pequeños cambios todo seguía igual que cuando lo dejé; como si sólo me hubiera ido un fin de semana y todo me estuviera esperando. Es una sensación extraña, difícil de explicar pero que supongo que todo aquél que ha vivido largo tiempo en un lugar, con todas las experiencias que eso conlleva, podrá entender.

Y lo mismo que la ciudad, la gente; como si los vieras día a día, como si no estuvieras viviendo a 300 kilómetros de distancia de todos ellos. Da gusto volver a disfrutar de tu gente, como cuando estabas en la universidad, como cuando la casa que ahora te acoge como invitada era la tuya, como cuando pasabas horas y horas con ellos, de juerga, de partidas de mus o de lo que fuera. Sí, allí estaban, igual que siempre, sólo con pequeños cambios, pero ninguno en lo esencial.

Me encantó estar de nuevo con las niñas, comer con Clara, Conchi, María y Ana; marujear, ponernos al día de la vida de todas y hasta bromear con la boda (aunque a alguna no le hiciera mucha gracia); me encantó ver a Noe, hablar de nuestras cosas, de cómo nos vamos haciendo mayores lo queramos o no, de cómo hay cosas que nunca cambian y otras que lo hacen a marchas forzadas, en lo amoroso y lo profesional fundamentalmente.

Me encantó ir al aeropuerto y presenciar, una vez más, las ocurrencias de Clara, con su pancarta y sus 'indirectas directas'; me encantó conocer a Andy, que tan feliz está haciendo a Conchi, que tan bien se les ve juntos; me encantó volver a quedar, como antes, en casa de las niñas para cenar, para tomar algo, para bromear y hasta para hacerle el psicoanálisis a Clara (¡Qué risas, Dios mío, con el "¿Es que tú eres muy religiosa?" o con el "¿Es que ves el sexo como algo malo?"). Si es que es inevitable que, cada vez que nos juntamos, tengamos alguna anécdota para contar...

Fue genial también organizar, de repente, una barbacoa en Quintanar para el día siguiente; aunque fuera una barbacoa pija comprada en El Corte Inglés porque no había otra cosa abierta; genial conocer la casa de Verdugo (encantadora, por cierto), a su sobrinita ("Amparito") y sus viñedos y proyectos de reforma. Por supuesto, en casos como éste, lo mejor es viajar con Clara que igual tienes hasta suerte y te hacen descuento por ser joven al pagar la autopista...

Lo único malo fueron las tres horas que nos costó volver a Madrid, no porque estuviéramos tan lejos o porque circuláramos a paso tortuga (nada más lejos de la realidad); sino porque, una vez ya en Madrid, lo que debería habernos costado 5 minutos, nos costó casi dos horas: vamos, que nos dio tiempo a escuchar todos los partidos de las 17.00 de la tarde y la primera parte del de las 19.00... No os digo más. Y todo para llegar de Alto de Extremadura a Moncloa, porque el paso por Paseo del Rey estaba cerrado.

Pero, bueno, llegar, llegamos; eso sí, yo dos horas más tarde de lo que había quedado; pero llegué. Y allí estaban esperándome Raúl, Alfredo, Ignacio, Jesús y Pablo, que también habían tenido sus problemas para entrar en Madrid y todo para conocernos, en la primera quedada NOUN en la que yo participaba y que espero que no sea la última. Hay que reconocer que nos reímos muchísimo, charlamos un poco de todo (no sólo de Ogame vive el hombre), debatimos sobre el acento de Carlos (que también estuvo en la quedada a su manera) y, además, cenamos de p... madre. También ahí se acumularon unas cuantas frases curiosas y fotos para la posteridad; lo único malo es que se me hizo corto; el rato se pasó volando sea por el retrado o porque estaba muy agusto o por las dos cosas, supongo. Así que ya sabéis: habrá que repetir.

Una vez ya en casita, aproveché para hablar con mi niño tranquilamente y, cuando llegó Clar, charlar un ratín con ella y, luego, pues a dormir, que al día siguiente ella curraba y yo tenía recados que hacer. Al menos, eso era lo que pretendía pero llegaron las 3 de la mañana y me encontraba tan mal que tuve que levantarme al baño. Pensé que el dolor de estómago era de tanto que había comido ese día pero después se ha demostrado que no, que era un maravilloso virus que aún me acompaña mientras escribo estas líneas. ¡Dios mío, qué ganas de volver a comer de todo y la cantidad que me dé la gana! Pero, bueno, ésa es otra historia...

Y, como todo lo bueno se acaba, llegó el último día del viaje. Recogí mi título en la facultad; pedí un expediente académico completo, y me fui de compras mientras llegaba la hora de comer. Después, regresé a casa, rehice la maleta y empecé a preparar la comida que compartí con Clar. De esa comida se me quedó grabado algo, algo que viene a apoyar lo que os decía al comienzo de este post: hay personas con las que, por mucho que pase el tiempo, sientes que todo sigue igual y que nada ha cambiado. Por mucho que tardemos en vernos, por mucho tiempo que pase de una conversación telefónica a otra, no parece que el tiempo transcurra ni que nos despidamos realmente porque, de una forma o de otra, sabemos que siempre estaremos ahí.

Por supuesto, llegó la hora de partir y, como no podía ser de otra forma, me dio una pena horrorosa aunque me prometí que, esta vez, tardaría menos en volver. No sé si será así, ya me conocéis, pero al menos lo intentaré. Pero, si pensábais que la historia acababa aquí, estábais equivocados porque, aunque fuera 'in extremis' aún conseguí ver a alguien más, Justo, que me llamó por la mañana desde el trabajo y se acercó a la estación para verme aunque fuera cinco minutos.

Esperemos que mi próximo viaje sea pronto y pueda veros de nuevo a todos y también a todos los que esta vez se quedaron en el tintero por falta de tiempo. Si todo va bien, si no es antes, al menos, a los que estéis allí en verano, os veré en agosto...

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