Satine's world

Un lugar para expresarse, para escribir lo que piensas y pensar mientras escribes, para conocerme mejor y que me conozcáis mejor.

martes, diciembre 26, 2006

La fuerza del verso

Desde que empecé este blog, he ido colgando aquí mis pensamientos, textos que me han llegado y me han parecido interesantes, así como algunas canciones que ejemplificaban algo o significaban algo importante para mí. Hace tiempo que quería también dejar constancia de mi poema favorito, "A buen juez, mejor testigo". El problema es que es bastante largo y un sólo fragmento no refleja toda la intensidad de la historia. Aún con todo, no he podido resistirme por más tiempo y he elegido un pequeño extracto, para mí la parte más relevante, la que recoge más fielmente la esencia del poema; aunque os aconsejo que leáis la versión entera porque merece la pena.

Después de leer dos veces
la acusación entablada,
el notario a Jesucristo
así demandó en voz alta:
-Jesús, Hijo de María,
ante nos esta mañana
citado como testigo
por boca de Inés de Vargas,
¿juráis ser cierto que un día
a vuestras divinas plantas
juró a Inés Diego Martínez
por su mujer desposarla?

Asida a un brazo desnudo
una mano atarazada
vino a posar en los autos
la seca y hendida palma,
y allá en los aires «¡Sí juro!»,
clamó una voz más que humana.
Alzó la turba medrosa
la vista a la imagen santa...
Los labios tenla abiertos
y una mano desclavada.


Puede parecer que su temática es religiosa, pero nada más alejado de la realidad. En cualquier caso, es algo habitual en Zorrilla (su autor) esta conexión entre el amor y la religión. Si alguien se anima, ya me contará qué le ha parecido... Os animo también a que me habléis de vuestros poemas favoritos o me recomendéis alguno.

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viernes, diciembre 22, 2006

Amor en la Red

Hace ya más de un mes que quería hablar sobre esto y aún no me había puesto a hacerlo. La verdad es que, en los últimos tiempos, he tenido el blog algo descuidado entre unas cosas y otras; pero, bueno, heme aquí de vuelta para divagar sobre el amor en la Red... algo que a mí siempre me ha llamado la atención, un asunto del que conozco mil y una historias, algunas salieron bien y otras no tanto; igual que sucede en las relaciones que surgen del cara a cara, ni más ni menos.

Según la tesis final de un estudiante del Massachusetts Institute of Technology (MIT), ocho millones de personas se han registrado alguna vez en los dos principales sitios de contactos en línea que operan en España: Meetic y Match.com. De hecho, sólo en octubre de este año sumaron un millón y medio de visitas. Y es que las cosas están cambiando. ¿Será que tenemos menos tiempo para salir y conocer gente? ¿Será que chicos y chicas nos hemos vuelto más innacesibles al contacto directo con alguien que acabamos de conocer? Sinceramente, creo que no. La gente sigue saliendo por ahí a divertirse y, cada fin de semana, sigo viendo flirteos y devaneos varios.

Sea como sea, y dejando a un lado los motivos que llevan a la gente a ligar por Internet, lo cierto es que se trata de un fenómeno en auge. ¿Quién no conoce a alguien que ha encontrado el amor en Internet, o quién no lo ha vivido en sus carnes de una u otra forma? Digo esto porque el "Amor en la Red" va más allá de estas páginas; se filtra por los chats, por los foros, por los programas de mensajería instantánea e, incluso, por los juegos on-line! Internet multiplica ostensiblemente nuestras posibilidades de conocer gente y, por tanto, también de 'toparse' con una hipotética y futurible pareja.

Os pondré algunos ejemplos. Entre mis amigos, conozco un par de casos (curiosamente las dos chicas) que conocieron a alguien en un chat... del trivial!! En el primer caso, la cosa prosperó, tenían un amigo común, se conocieron y empezaron a salir durante una temporada. No obstante, la distancia y otras circunstancias acabaron haciendo mella y la historia de amor terminó. La otra historia es bastante distinta: no llegaron a verse las caras, aunque sí hablaron por messenger y él incluso la llamó por teléfono. Sin embargo, cuando llegó la hora de la verdad, de conocerse, él no se presentó y ya no volvió a dar señales, quizá por miedo, quizá porque amparándose en Internet no había mostrado su verdadera realidad. Quién sabe. En cualquier caso, ya todos sabemos que es el principal riesgo a que nos enfrentamos en situaciones como ésta, ¿o no?

De todas formas, ese tipo de riesgos no tienen porque inclinar la balanza siempre hacia el lado negativo, hacia el desengaño. Tras muchos intentos fallidos, otro amigo mío conoció a su actual pareja por Internet y eso que, cuando comenzaron a hablar y surgió el feeling, se encontraban a cientos de kilómetros de distancia (una beca Erasmus tenía la culpa). No obstante, en estos casos en que la distancia es la que lleva las riendas de la situación, Internet es, en mi opinión, un gran aliado. En más de una de mis relaciones, es lo que ha servido para mantener la llama, para seguir en contacto fluido y continuado sin arruinarnos en el intento; aunque también pueda originar equívocos y malos entendidos. Incluso hay veces que, más allá de para continuar en contacto, las charlas vía messenger o derivados pueden ser los detonantes, el germen inicial del sentimiento. Empiezas a charlar como amigos y... ¡boom! De repente, te das cuenta de que ahí hay algo más...

Sigamos... Otro medio para conocerse y enamorarse al que hacía alusión son los foros. Puede parecer el menos idóneo, incluso un poco utópico; pero no nos engañemos también los hay que se enamoran así. Por ejemplo, eres asiduo a un foro de estos especializados (deportes, gastronomía, lúdico, etc... qué más da) y conoces gente, empiezas a hablar con ellos y, poco a poco, surge algo más con alguno de ellos. O quedáis para conoceros todos y surge el flechazo o un feeling especial, o te presentan a uno de sus amigos/as... También sé de personas ajenas a foros que entran por un motivo concreto y puntual y acaban encontrando ahí una pareja estable, quizá incluso el amor de su vida...

De todas formas, para mí la Red tiene algo especial, algo diferente. Te permite, siempre que ambas partes sean sinceras, hablar más, profundizar más en el otro; porque la experiencia me dice que, cuando te conoces cara a cara, hoy en día primero viene la acción y luego el preocuparse por descubrir quién es ese otro con el que compartes el camino. Internet te obliga, en cambio, a hacer el recorrido inverso.

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