De nuevo, coincidencias

Mi vida se entrecruza. Ya es definitivo. No hace mucho hacía un pequeño repaso por las coincidencias que he vivido este año. Pues bien, hoy puedo escribir un nuevo capítulo. Como buen mes de agosto, y después del abundante y poco común volumen de trabajo de ayer día 15, hoy hemos acabado con todo lo que había por hacer a las 20.00 horas, aproximadamente. Pero, claro, hay que esperar hasta las 21.00 que es nuestra hora (teórica) de salida.

Y, ¿qué hemos hecho? Pues, entre otras muchas cosas que no merece la pena reseñar, nos ha dado por buscar nuestro nombre en google mientras hacíamos guardia. No me digáis que no lo habéis intentado nunca... ¿El resultado? De repente, vas y descubres que una de tus compañeras de trabajo ha ido al mismo colegio que tú, a pesar de que antes de coincidir en el curro ni te sonaba su cara. Vale, tiene tres años más que tú y todavía hasta se puede entender...

Pero, claro, luego llegas y se lo cuentas al resto y te preguntan: "¿Y qué colegio es ése?" Y les contestas. Y, ¿qué pasa entonces? Que resulta que otra de tus compañeras de trabajo te pregunta por un nombre. Y tú, con los ojos como platos. "Si era de mis mejores amigas del cole. De hecho, la mejor, con la única que mantuve relación después de acabar, aunque ya la perdí". Pues resulta que es una de sus mejores amigas. ¡Toma ésa! ¿Será que el mundo es muy pequeño, que conozco mucha gente o que mi vida tiene forma de espiral?

Quién sabe. Al menos me ha servido para saber qué tal le va, que me lo he preguntado mil veces desde que dejamos mutuamente de llamarnos. Y, de paso, seguramente, quedemos las tres algún día y así vuelva a verla y hablar, que seguro que nos pasaremos horas y horas.