Carpe Diem

O sea, vive el momento. O, como yo siempre digo: "Saborea cada momento como si fuera el primero, aprovéchalo como si fuera el último". Es decir, la vida está para vivirla y para exprimirla al máximo. Por eso, hay que poner los cinco sentidos (o más) en cada cosa que hacemos y, sobre todo, no hacer caso de convenciones sociales o de prejuicios, tanto propios como ajenos.

Quienes me conocéis bien, diréis no obstante que la primera que tiene prejuicios y que se deja influir por los demás, en algunos aspectos, soy yo. Y es cierto, como también lo es que estoy intentando cambiar eso, aunque cuesta... bastante. Pero, bueno, realmente de lo que quería hablar es de los prejuicios ajenos, de las críticas a los que nos enfrentamos y, en especial, de una concreta. Me refiero al sempiterno tópico del ligón y la 'zorra'.

Seguro que muchos pensáis que las cosas están ya cambiando y que ya son pocos los que piensan así. Sin embargo, me consta que aún gente bastante cercana a mí, gente de la que no lo habría esperado sigue opinando de manera similar a ésa. Y es entonces que surge mi instinto de rebelión, de denuncia social que decía en el post anterior. ¿Por qué? Porque quiero reivindicar mi derecho y el de muchas otras chicas a pensar y actuar igual que lo llevan haciendo los chicos durante años.

¿Qué pasa? ¿No se puede tener sexo con alguien sólo porque te apetece? ¿Sin querer nada más, sin sentimientos de por medio? O bien, ¿no se puede querer estar sola, sin un hombre a tu lado? ¿Tan malo es ser independiente? DEFINITIVAMENTE, NO. Reivindiquemos nuestra libertad, nuestro poder de elección, nuestra independencia. Seamos nosotras mismas y no lo que los demás quieren que seamos.